Como dice Carmen Camacho la poesía se hace «hurgando con las palabras» porque no todo el que escribe poesía es poeta. Pero cuando un poema muestra verdad y se nota como sangra palabras para expresar sentimientos, sabemos que estamos ante poesía.
Es el caso de Aràcnida de Blanca Argilés Felip publicada en la nueva colección Opera Prima de la editorial Neopàtria. Una colección de treintaycuatro poemas en catalán —y cinco en castellano—, que, como describe la autora, surgen —como suele en ser en la poesía—, del interés de la poeta por el autoconocimiento, por la reflexión e interpretación de la realidad a través del texto.
Se trata de un cuerpo de poemas al que se les ha encargado la tarea de compartir las cargas que arrastra la autora, y así vemos como su poesía nos transmite la sensación de impotencia vital, un estado casi apático en el que la voz de los poemas parece estar a la deriva, siempre dejándose llevar, casi sin reacción, por su entorno; los elementos son los motores de su actividad, la brisa, el viento y el mar la arrastran «Tant lleugera que tota combulsió tan sols em trasllada», «sense escales, […] caient, caient».
Esta quietud es buscada: «un cop d’instint m’aferra a la mà […] i quedo arquejada, tensament serena», «I ara descanso», «M’obligo, em recullo, si no sé què fer, no faig» pero tiene su peso; «sóc un soldat arrasat, esgotat, encendrat.», «Sóc una antiga valenta que sospira pel que va ser i no s’acostuma a veure desemparada del seu valor».
La falta de poder la encoge y se siente «petita i no ho vull», «amb la por de saber-me fràgilment fràgil», pero algo en su interior busca la ruptura de esos estados anímicos paralizantes, «Per mi la vida ha de ser el que jo vulgui», porque no «s’hi acostuma perquè de la valentia li ha quedat l’orgull», así, cuando encuentra el cambio, lo abraza: «y todo me habla de cambio… y digo: está bien, ¡adelante!».
«La soledat és com un nen:
si li dic que no m’agrada
es queda;
si veu que ja m’està bé,
s’avorreix i se’n va.»
Una primera obra con la que Blanca Argilés Felip nos introduce en su universo personal y sienta las bases de su poética en una obra honesta y que va más allá de la reflexividad egocéntrica y nos muestra lugares comunes en los que encontrar puntos de entendimiento.
Aràcnida