Aunque en su origen un apócrifo era un libro sagrado pero incluido en la Biblia, por extensión entendemos por texto apócrifo aquel que se atribuye a alguien erróneamente, como la famosa cita: «No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo» que se atribuye a Voltaire, pero en realidad es de la escritora Evelyn Beatrice Hall.1
Este poema precioso, más bien un manifiesto para todas las personas que leemos, se merece estar en paredes y camisetas y compartido en todas las redes sociales. Eso sí, al contrario de lo que mucha gente cree no fue obra de la escritora Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1651–1695). Fue publicado en Facebook por su autora, la poeta argentina Magalí Frutis hace solo un par de años.
Yo no leo para ser más inteligente,
leo para ignorar un poco menos.
Yo no leo para ser una persona más compleja,
leo para ser alguien más simple.
Yo no leo para enriquecer mi vocabulario,
leo para no endeudarme con mi lengua.
Yo no leo cientos de libros,
leo a veces muchas veces el mismo.
Yo no leo para sentirme realizada,
leo lo que me realiza para sentirme.
Yo no leo para decirte que leo,
leo para escuchar otras voces en mi silencio.
Yo no leo para olvidarme de la realidad,
leo para transformar la mía.
Yo no leo para transportarme a otras historias,
leo para que otras historias sean parte de la mía.
Yo no leo para juzgar lo que otros leen,
leo para cuestionarme lo que yo leo.
Yo no leo para creerme más que otros,
leo para ser mejor que yo misma.
Yo no leo porque vaya a ser mejor persona,
yo simplemente leo porque leo.
— Yo no leo (2013) Magalí Frutis.
Cierto es que a Sor Juana Inés de la Cruz le gustaba leer. Tanto que hasta leía textos sagrados y de otras índoles teológicas, y así corría noviembre de 1690 cuando Juana leyó un sermón del padre António Vieira —publicado medio siglo antes—, y decide opinar sobre el texto enviando una carta al obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, con el título Crisis sobre un sermón. El obispo decide hacer pública esa carta privada pero la da a conocer como Carta Atenagórica. ¿Por qué? Porque mola como nombre.2 Pero no le llegó con esto y, Manuel, ni corto ni perezoso decide contestar a Juana riñéndole por meterse en temas teológicos impropios de una mujer; perezoso y corto no, pero un cachondo sí, contesta usando el seudónimo de Sor Filotea de la Cruz. Juana, que no se podía estar callada y no la iba a amedrentar un obispus monjus de tres al cuarto, decide responder, en marzo de 1691, con su habitual sabiduría, y escribe la famosa Respuesta a Sor Filotea del Cruz.
Es en este texto donde nos encontramos esto:
«Yo no estudio para escribir, ni menos para enseñar (que fuera en mí desmedida soberbia), sino solo por ver si con estudiar ignoro menos. Así lo respondo y así lo siento. El escribir nunca ha sido dictamen propio, sino fuerza ajena; que les pudiera decir con verdad: Vos me coegistis.»3
Tanto la época, su condición de mujer, como el monjismo que la caracterizaba son responsables de tamaño despliegue de humildad —tanto en la cita anterior como en toda la carta—, pero como defensa del valor del estudio no puedes negar que es una frase preciosa.
Así que ya sabes, el poema Yo no leo es de Magalí Frutis, y la cita Yo no escribo, es de Sor Juana Inés de la Cruz.
Para otro día dejamos un par de poemas apócrifos circulando por Internet atribuidos a Alfonsinsa Storni y Gabriela Mistral y una cita de Santa Teresa de Jesús que quita el hipo, pero no se sabe de dónde ha salido.
Lee «Textos apócrifos de escritoras II: Santa Teresa de Jesús»
¿Conoces más apócrifos?
Notas
- «I disapprove of what you say, but I will defend to the death your right to say it» —The Friends of Voltaire (1906).Evelyn Beatrice Hall.
- Aunque es probable que, como el obispo este se creía muy simpático, quisiese decir que la carta era atenagórica, digna de la diosa Atenea; para chinchar aún más a Juana.
- Si estás en hispanoamérica, no, no significa vos me cogisteis. Dile a tu mente cochina que significa: Vosotros me habéis obligado; de la Carta segunda de San Pablo a los Corintios, 12:11 «factus sum insipiens vos me coegistis ego enim debui a vobis commendari nihil enim minus fui ab his qui sunt supra modum apostoli tametsi nihil sum» (Me he convertido en un idiota al alabarme; vosotros me habéis obligado, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos superiores apóstoles, aunque nada soy.)
¡Buenos días!, buceando por otras cosas por la web he tenido el agrado de toparme sin buscarlo con esta página y particularmente con este artículo. Agradezco infinitamente este detalle que han tenido. No podía menos que detenerme a agradecerles.
Aunque me sonroja terriblemente el enorme título de escritora y poeta que me han prestado.
Escribir es algo que me encanta y que hago, quizá, un poco a modo de catarsis, así como me gusta tomar fotografías para hacer un cable a tierra.
Desde mi lugar en Argentina les extiendo mis saludos y nuevamente gracias.
Magalí