La ortografía es el conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua (para separar los elementos de una enumeración se pone una coma). La ortotipografía se define como «el conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada lengua la escritura mediante signos tipográficos» (en qué posición, altura y grosor se pone una coma). La importante diferencia entre ambas definiciones está en que si, para la ortografía tenemos unas normas claras, para la ortotipografía no, las características ortotipográficas se basan en «usos y convenciones». Obviamente ambas disciplinas están interconectadas y se solapan, aunque no debería ser así (pero la ortografía tiene ínfulas ortotipográficas a veces, y a la ortotipografía le da envidia la fama de su hermana).
Uno de los grandes descubrimientos de este libro (algo vergonzoso, al menos para alguien que se dedica a esto) echa por tierra la famosa anécdota, más bien leyenda urbana, del oficinista que pregunta al informático de la oficina: «¿Cómo se ponen los números en mayúscula?»; pues bien, resulta que sí existen los números en mayúscula… más o menos.
Raquel Marín no solo unifica criterios, también ofrece ejemplos de diferentes posibilidades de empleo de signos ortográficos —no olvidemos que no hay normas claras al respecto de muchos de los casos que nos podemos encontrar a la hora de representar un texto— como citas, acotaciones, enumeraciones.
Como el texto indica en este manual, los teclados qwerty, el paso de la máquina escribir al ordenador, el conjunto de caracteres ASCII, han definido nuestra manera de emplear los signos ortográficos. Un buen e interesante ejemplo, detallado en el libro, es el reemplazo que en nuestra cultura las comillas latinas [«»] han sufrido por las inglesas [“”] e incluso más comúnmente se las reemplaza por gemelas mecanográficas [«»]; y todo simplemente por no aparecer en el teclado estándar de los ordenadores personales.
Solo por esta última razón cualquier persona amante del lenguaje debería leer este libro, breve y al grano, pero desde luego, cualquier persona dedicada al diseño gráfico, la maquetación, cualquiera con un interés en redactar correctamente, debe absolutamente echar un vistazo a este tratado de ortotipografía. De la misma manera que no escribimos las palabras sin acento, todo en mayúsculas, o sin puntuación, deberíamos prestar más atención a cuándo usar paréntesis, cursivas o guiones.
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