Compra ya Los otros son más felices, de Laura Freixas
Si algo podemos decir de Laura Freixas es que es una escritora con una técnica impecable; además sus historias siempre están bien estructuradas, y la aparente naturalidad con la que se aprovecha del lenguaje para narrar hace que Los otros son más felices, sea una novela de las que da pena que se acabe.
La novela está narrada en primera persona dado que la protagonista, Áurea, está manteniendo una conversación de la cual solo accedemos a lo que ella dice. Este recurso está muy bien llevado a cabo, con una naturalidad muy lograda y que otorga al lector un voto de confianza; en lugar de saturarnos con todos los detalles sobre personajes y contextos ya desde el principio, error muy frecuente en muchas novelas, nos iremos enterando de todo a su debido tiempo, los datos surgirán de la manera natural en que aparecen en una conversación real.
Dos temas centrales gobiernan esta novela, la necesidad de la independencia, de la individualidad, mediante la separación de la familia, y el tema principal, la apariencia de la felicidad en lo ajeno.
Áurea, hija de una familia de pueblo, visitará un verano a una familia de clase alta, los Soley, y descubrirá que el jardín de los demás siempre parece más verde que el nuestro desde lejos. La madre de Áurea está obsesionada con aparentar ser de una clase superior a la suya, y la protagonista descubrirá, no solo que los Soley no son lo que su madre cree, sino que hasta los Soley necesitan aparentar ser de un estrato social superior cuando se encuentran con personas que están un peldaño por encima de ellos.
Este deseo por mantener fachadas ante los demás permea, en el caso de los Soley, a sus hijos, como por ejemplo a su hija Marina, quien replicará el comportamiento heredado de su madre.
Por otra parte los personajes jóvenes están deseando liberarse del entorno familiar para conseguir ser seres individuales, no miembros de una familia, algo común en el proceso de emancipación de los hijos. Pero los padres, aunque no parecen percibir la necesidad de independencia, aprenderán a disfrutarla cuando, cada uno por razones diferentes, la consigan.
Una novela que nos lleva por el proceso de adaptación que sufrieron muchos españoles, tras el fin de la dictadura, de ser un elemento uniforme de una unidad familiar a la individualidad, que las libertades recién adquiridas permitían.
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Yo acabo de leer LA PAPELETA EN BLANCO de Almudena Navarro y me ha encantado. También está ambientada en La Mancha http://tinyurl.com/cyxqpd4