Desde que Cósimo Herrera se trasladó a Ribanova perseguido por una suerte de crisis vital y por el fantasma del Premio que había empezado a angustiarle, en Que veinte años no es nada (Algaida, 1998), que obtuvo el III Premio de novela Ateneo Joven de Sevilla, Marta Rivera de la Cruz nos ha invitado a conocer esa ciudad amurallada imaginaria, Ribanova, en casi toda su obra. Ya hacía tiempo que no leíamos historias ambientadas en ese alter ego lucense, pero en La Boda de Kate volveremos a caminar por sus calles y plazas gracias a que Kate Salomon, la protagonista de la novela, decide retirarse a vivir en España; amparada económicamente por los derechos de las novelas de su difunto tío, va a ser precisamente la estancia de su tío Albert en Ribanova la que va a enlazar las vidas de una miríada de personajes que acabarán amigados en una búsqueda por el pasado y presente de Albert Salomon. Mientras tanto Kate recibe la propuesta de matrimonio del amor de su vida, la pareja que nunca llegó a ser por avatares del destino.
Como es común en los relatos de Marta Rivera de la Cruz las coincidencias hilan las historias garantizando la frecuencia de las sorpresas, lo que hace que, como siempre, esta novela nos mantenga atentos a todas la tramas que se desarrollan, y también como siempre, la trama principal tome un segundo plano y sean las subtramas las que brillan y captan nuestra atención.
Los personajes, desde los protagonistas principales hasta los que podrían merecer en un principio menos atención, están desarrollados perfectamente en sus motivaciones y circunstancias. Una vez más Marta Rivera de la Cruz demuestra que no es necesario que un misterio sea un crimen para mantenernos en vilo de principio a fin de una historia; un talento que emplea con aparente facilidad.
La boda de Kate gustará a quien desee una lectura entretenida y ágil, llena de intriga y sorpresas y, más que en anteriores novelas, una buena dosis de humor. Quien ya haya leído anteriormente a esta escritora, finalista del Premio Planeta en 2006 con En tiempo de prodigios, sin duda encontrará las habituales características de sus narraciones, si cabe mejor tejidas aún en esta última novela; y para el disfrute de los amantes de la literatura sorpresa especial garantizada en el medio de la trama.
Página de La Boda de Kate
[ob obid=»2141307867″]
