Se acaba de fallar el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. Este año lo ha ganado Juan Goytisolo. Enhorabuena a este señor, es todo un mérito ser el trigésimo sexto hombre en ganar este premio. Te tiene que hacer sentir único. Es lo que tiene estar en el 90%.
Así que de 40 Premios Cervantes, hay 36 premios a escritores y solo 4 a escritoras. Visto así, Goytisolo tenía algo de ventaja, no por ser un Goytisolo, sino por ser un Juan.
Y aquí paramos.
Que parece que nos cae mal Goytisolo o que no se lo merecía. Y no es eso.
¿Crees que exageramos?
A veces parece que nos dedicamos a calcular números usando hojas de excel con formulas complicadas, usando técnicas de minería de datos, alquilando ciclos de procesador a grandes computadoras universitarias solo para poder decir cuántas mujeres han ganado esto o aquello.
Pero vamos a hablar claro, son cuatro mujeres, cuatro, 4. Si entras en una habitación y hay 40 personas y solo 4 de ellas son mujeres, no tienes que hacer una encuesta, no hay que pedirles que «levanten la mano las que sean mujeres» para contarlas, de hecho no necesitas ni contarlas; un número tan bajo como cuatro, entra dentro del proceso psicológico de subitización (cuando ves tres monedas en una mesa, sabes que hay tres sin contarlas, es un número tan pequeño que lo sabes súbitamente. Por encima de cinco, por ejemplo, ya cuentas.)
Las cuatro ganadoras del Premio Cervantes hasta la fecha son Dulce María Loynaz (1902–1997), María Zambrano (1904–1991), Ana María Matute (1925–2014) y Elena Poniatowska (1932).
Historia del Premio Cervantes
El Premio Cervantes lo concede en España todos los años el Ministerio de Cultura tras repasar la lista que las academias de la lengua de habla hispana (esas entidades tan, tan necesarias) proponen. Entonces se lo otorgan a un escritor o escritora (esto último no se da mucho; es como que explote una bombona de butano, no suele pasar, pero ándate con ojo que te puedes llevar una sorpresa).
Puede recaer en escritores de países de habla hispana, pero el país que más lo recibe es España, porque básicamente, salvo algunas excepciones, los años pares cae en escritores españoles, los impares en escritores hispanoamericanos.
Premio de prestigio
Está considerado como el premio más prestigioso de las letras en español, sea de donde sea el autor galardonado; para escritores españoles a ese nivel de prestigio está también el Premio Nacional de las Letras, un premio también del Ministerio de Cultura y que han ganado hasta este año: 27 hombres y solo 3 mujeres (estadística elaborada por escritoras.com; margen de error del 0%. A ver, son solo tres, 3.). Lo han obtenido Rosa Chacel, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute.
Este tipo de premios suelen ser más importantes que los premios que denominaremos, comerciales.
Un premio de prestigio sería aquel que se otorga de manera independiente a una escritora u obra sin que la entidad convocadora reciba ningún beneficio; en la práctica estos premios los dan los gobiernos y, en el caso de premios a obras, a libros ya publicados. Esa independencia entre convocador y obra premiada es lo que da ese tinte de premio recibido por méritos propios.
Los premios comerciales serían aquellos galardones otorgados, a escritoras u obras, por entidades que sí reciben un beneficio de la concesión de ese premio; estos premios en la práctica los suelen dar editoriales a obras inéditas y que ellos mismos van a publicar, de ahí su beneficio. Esta relación entre obra premiada y obra publicada es lo que quita prestigio a estos premios; convierte su imparcialidad en dudosa; y en algunos casos es ya conocida la parcialidad de algunos de esos premios.
Que solo cuatro escritoras hayan obtenido el premio más prestigioso de las letras en español es preocupante. Que sean solo cuatro de un total de cuarenta, más.
No se trata de si los que lo han ganado lo merecen más o menos. Un premio es una distinción; no se puede dar un premio a todo el mundo, porque si distingues a todo el mundo, no distingues a nadie. Hay muchos escritores, y escritoras que se lo merecen, pero solo se puede otorgar un premio al año, así que hay que elegir; quien nomina o premia tiene una lista, sea mental o escrita, ordenada de quién se lo merece más a quien se lo merece menos. Y en esa lista es sospechoso que en 39 ocasiones solo cuatro puestos los ocupen mujeres. Eso es lo que «huele a podrido en Dinamarca»… en España.
El Premio Cervantes del Ministerio de Cultura de España
El Premio Nacional de las Letras del Ministerio de Cultura de España
Convocatoria | Año | Autora |
---|---|---|
XIII | 1988 | María Zambrano |
XVII | 1992 | Dulce María Loynaz |
XXXV | 2010 | Ana María Matute |
XXXVIII | 2013 | Elena Poniatowska |
Convocatoria | Año | Autora |
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IV | 1988 | Rosa Chacel |
XI | 1994 | Carmen Martín Gaite |
XXIV | 2010 | Ana María Matute |
Un artículo con las palabras justas que demuestran la situación de las letras españolas.
Así que un gran aplauso a esas cuatro mujeres que han conseguido colarse y cautivar a esos «críticos» y que se preparen, porque si no nos hacen hueco, ya nos encargaremos nosotras de ello. La literatura femenina es pura fuerza porque así nos ha hecho esta sociedad.
Gracias por vuestra labor.
Un saludo,
Lara Peiró
Sí, es bastante injustificable esas cuatro nada más. Pero sentarse a esperar el cambio no parece que vaya a ser una solución…