Florinda (Mariflor) Salvadores se va con su abuela al pueblo de Valdecruces, mientras su padre tiene que emigrar. En su viaje en tren se enamora del poeta Rogelio Terán y es correspondida, pese a tener acordado previamente un matrimonio con su primo Antonio, que resolvería la ruina familiar.
La miseria de la región impresiona a Mariflor: los hombres abandonan sus casas; Marinela ingresará en un convento como una salida desesperada a su situación; otras como ella misma se ven obligadas a aceptar matrimonios de conveniencia pactados por sus familiares...