Del rojo de su sombra Mayra Montero
 Portada de Del rojo de su sombra

Mientras en las playas de la isla caribeña los turistas toman lánguidamente el sol, hechos ignorados, ocultos, ocurren más allá de la línea de hoteles, en un lugar que nuestra imaginación «civilizada» ni sueña con alcanzar. Cada año miles de haitianos cruzan la frontera para trabajar en la República Dominicana. Llevan consigo sus creencias religiosas y sus cultos y, con éstos, un alucinante peregrinaje durante el cual se cruzan las distintas cofradías.

Estos encuentros pueden ser cordiales o muy sangrientos, según el humor impredecible de los dioses. Esta celebración, llena de misteriosos rituales, es el exótico escenario en el que se enardecen, se enfrentan y se desgarran estas historias de un amor extremo, que no conoce otro límite que el de la muerte. Y, entre todas, la más apasionada, la más feroz también, es la que une y separa a la vez a dueña Zulé, mujer excepcional dotada de poderes extraordinarios, y al infame Similá, hombre sanguinario, temido por todos.