Urdimbres Inma Chacón
 Portada de Urdimbres

Tejiste una malla alrededor de tu cuerpo,

después del último grito.

Las heridas ya no se distinguen

entre tu piel y tu alma

y una coraza te protege del abrazo de los otros.

No quisiste mirar al carcelero

nunca más,

pero alargó su sombra

delante de tus ojos.

No quisiste mirarlo,

no quisiste,

y sin embargo,

hay cárceles que insisten en quedarse,

invisibles,

adheridas,

sin vuelta atrás.