Cuando está despierta, Celeste no sabe cuál es su sitio. Cuando está dormida, Celeste crea y destruye reinos, mares y mundos con un solo pensamiento. Y sueña con Él. Ahora, una pesadilla barre los sueños de toda la ciudad. Para eliminarla, Celeste y sus amigos tendrán que llegar hasta su corazón. Y al hacerlo, Celeste se dará cuenta de que el muro que separa la realidad y los sueños no es tan sólido como ella pensaba. De que, como en un sueño, se le puede deshacer entre los dedos…