Daños colaterales Carlo Frabetti (ed.)
Contiene:
Bajo el roble
Sara Rosenberg
Documento de la incertidumbre y de la incredulidad
Marta Sanz
El latido de la tribu
Karim Taylhardat
El terrorismo es el síntoma, no la enfermedad
Irene Amador Naranjo
Lo que no cuentan Francisco Goya, Pablo Picasso ni otros corresponsales de guerra
Montserrat Fernández Montes
Ruth
Gloria Berrocal
 Portada de Daños colaterales

«Con la abyecta complicidad de los medios de comunicación, el poder inunda las mentes de consignas explícitas e implícitas, de promesas que no cumple y presuntas amenazas de enemigos construidos a la medida de sus intereses. Modela el imaginario colectivo a su imagen y semejanza. Complementa la corrupción política, económica y jurídica con la corrupción semántica [...]. Si quienes hemos hecho de la pluma nuestro instrumento de trabajo y nuestra arma no salimos al paso de los que pretenden detener el flujo de las ideas encadenando el discurso a una sarta de jaculatorias, consignas y sentencias (de muerte), ¿quién lo hará? Bush y Sharon lo han dicho bien claro: "Quien no está con nosotros, está contra nosotros". Y en eso tienen razón, seguramente más de la que creen. Aunque habría que formularlo al revés: quien no está contra ellos, contra sus planes de expolio y exterminio, está con ellos. Quien no se opone a su criminal discurso, lo refuerza con su silencio. Y el silencio es la cobardía del escritor. Cobardía que en circunstancias como las actuales se convierte en imperdonable vileza, en alta traición a la cultura y a la humanidad» (del prólogo).