Los protagonistas de estos cuentos son adolescentes movidos por las pasiones primerizas y extasiados ante la irrupción del deseo carnal, al que responden con la hermosa barbarie de la juventud recién estrenada.
La autora describe con maestría los límites de la lealtad, el amor y la culpa, vividos con la turbulencia y la incertidumbre de los impulsos aún no domeñados. No se trata un libro para adolescentes aunque desgrane historias sobre ellos, porque en los hechos y en las atrevidas imágenes de estos bellos cuentos todos reconocemos, al menos como en un reflejo, a los seres que fuimos y que amamos cuando iniciábamos el camino hacia la madurez.